Una de las cosas buenas de Roma es que al cabo de un tiempo empiezas a descubrir sitios nuevos, lugares que no aparecen en las guias. Un dia sales de noche y de vuelta a casa te encuentras con un callejon, una placita, una fuente, una imagen de la virgen, un palacio renancentista... montones de cosas que ni sabias que existian. Al dia siguiente, a veces, no eres capaz de encontrarlas.
Los lugares tienen diferente valor segun como los vemos. No es lo mismo ver Piazza Navona de dia con mil turistas que a las cuatro de la madrugada cuando solo estas tu. Uno de mis lugares preferidos es esta placita que aparece en la foto. Se que esta cerca de Campo dei Fiori pero no he conseguido volver a dar con ella. Tal vez si encuentro a uno de esos gatos...podria seguirlo y...zas!